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Mercedes Aguilar
Esto no es un blog, es una mujer
Autora. Mercedes Aguilar
martes, 31 de enero de 2006
Espiral
-Te llamo.
-Mejor no.
Y empecé levemente a arrepentirme, a sentir la pesadumbre de haber renunciado a la posibilidad de volver a vernos.
Ya me había arrepentido del todo cuando sonó el teléfono.
Sonaba, suena cien veces al día, pero a veces el timbre es distinto. Aquélla en particular vibró con el eco sordo de siempre. Sin embargo, sonó también a curiosidad, a anticipación y a deseo. Sobre todo a deseo, ese deseo que hace llover ranas y nevar trompetas.
La llamada trajo el salir de la cama y tachar un día menos para el encuentro, mientras intentaba enfundarme de nuevo en mis uñas, mis codos, mis dedos del pie, mis rodillas. No se parecía a una nube ni al mar, sino a tormentas eléctricas y coches de carreras.
Fue una de esas noches en las que la propia piel parece de veras hecha a medida, sin un lunar de más o de menos. Dijo que me haría el amor como nadie antes y lo creí en sus ojos. Tenía que creerlo mientras llovían, entonces sí, sapos del cielo. Me dijo que siempre cumplía su palabra, y para entonces ya nevaban oboes. Empañamos los cristales de todo el barrio aquella noche.
Volví a casa como se vuelve de los buenos sueños, deseando que continúen mañana, y sabiendo en el fondo que no será así
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7 comentarios:
¿quién es él?
¿quien eres tu?
¿quién es él?
quien eres tu?
¿quién es él?
ay niña, que bueno... entiendo ahora los vahos detrás de mis cristales.
jooooooderrrrrr....
lo voy a leer un par de veces mas..kel zapatazo ha sio muuu fuerteee!!!!...
oleeeee....:)
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