Mercedes Aguilar


Esto no es un blog, es una mujer
Autora. Mercedes Aguilar

lunes, 21 de septiembre de 2009

La viga en la paja ajena


Cuando el mar quiere romperse, se golpea contra mí

(porque no existe libertad sin un beso que la trabe)

Por dentro está la certeza de que no cabe esperar mucho ni de una misma cuando lo primero que se siente ante el desencanto es un cansancio infinito.

Pero estoy mejor así, con el deseo agraviado, incapaz de reclamarlo para que no pierda el sentido. No quisiera que le pase lo que a algunas palabras, que se mecen en el vaivén del va y viene, va y viene de unos labios a otros labios hasta que ya no se oyen porque perdieron identidad de tanto ir y venir y se quedaron en silencio, cansadas, mudas, en ese lugar donde los fracasos se dan una segunda oportunidad, donde al Oeste se pone al sol y los otoños se levantan para que las piadosas (y geniales) primaveras los fotografíen un poco.



Diferenciar una buena foto de una mala es muy fácil. Simplemente se sabe, de la misma manera que se sabe a quién le corre agua en lugar de sangre por las venas.

Y no digo aire, ni ácido, ni corteza. Digo agua.

Lo real me seduce cada vez que descubro que a la fantasía, en el fondo, la tengo sobrevalorada. Y viceversa.

Y no digo ni futuro, ni mañana. Digo adelante.