Alli

Estoy en la puerta del Alamillo allí donde quedábamos. Los patos siguen tan felices y a mí y a mí, me suben sapos por las piernas y la decepción me baja por los brazos. Sí, los recuerdos es lo que tienen que te erizan la piel y las metáforas. Y entonces y entonces no sé si a ti te pasa, cierras los ojos en voz baja y hueles el agrio olor amoratado del desengaño y llenas con tus lágrimas el estanque y la herída, la herida que ya había cicatrizado, se te abre amplia y roja como boca, como boca de asombrado . Que sombra soy bajo esa nube, no sé, no sé si a ti te te tuve