Mercedes Aguilar


Esto no es un blog, es una mujer
Autora. Mercedes Aguilar

martes, 20 de febrero de 2007

domingo, 11 de febrero de 2007

Toca madera

Andaba yo pensándolo y existiendolo cuando me llegó la noticia. Mi ex-novio y amante periódico de desaforados y apasionados encuentros de loca pasión carpe diem, me lo comunicó. La llamada me pilló en medio de la tarea fastidiosa de depilarme las piernas. Tengo que reconocer que ese engorroso menester, lo hacía feliz y cosquillosa, y que cada pelo que arrancaba la dichosa maquinita, me producía ese dolor-placer que supondría unas piernas lisas, tersas e hidratadas, como preparación necesaria para nuestro próximo encuentro. Si, una vez más, había sucumbido a la tentación de la carne y estaba dispuesta y preparada para disfrutar y padecer ese placer-dolor tan familiar como intenso.

-Mira, me dijo sin muchos miramientos, llevo todo el día dándole vueltas y vueltas a esto, y al final creo que debo ser honesto conmigo mismo y contigo (el burro delante para que no se espante)...quería comentarte, que hace ya más de un mes tengo una relación con otra persona y aunque me muero de ganas y mientras estoy hablando contigo ya me estoy poniendo burro, por una vez en mi vida, voy a hacer lo que tengo que hacer.

La máquina se me calló de las manos, y el corazón se me salió por la boca. Por fin. Llegó ese justo momento que marcaría un antes y un después. Se acabó el cuento de la buena pipita, se acabó la espiral y la pescadilla (¿¿o era pesadilla??) que se muerde la cola. Mejor así. Ahora ya podré andar en linea recta y comenzar ¿una nueva vida?

Mi primer paso; "redecorarla" y para ello he empezado por mi casa. Ya ando completamente metida en el lío, desde el lunes pasado tengo todo tipo de "artistas" en mi hogar. Cambio completo, colores diferentes en las paredes, cortinas y fundas nórdicas nuevas.... y lo mejor, una madera preciosa para el suelo. No soy muy supersticiosa, pero como con las meigas, estoy dispuesta a poner todo de mi parte para tener suerte en mis nuevas andanzas, y que que mejor para ello, que levantarme todos los días "tocando madera".

También he cambiado ya drásticamente de lado de la cama, aunque tengo que reconocer que esto ha ido ocurriendo de manera naturalmente gradual. Desde que duermo sola, fui tomando sitio estirándome a mi gusto hacia el centro, para acabar, por pura comodidad en el lado derecho, lugar donde tengo el despertador, por ejemplo. Esto hace que también todos los días me levante con el pié derecho en vez de el izquierdo.
Cuando termine con la casa, lo próximo será la depilación láser definitiva. Ya no me pillará más el deseo con las piernas a medio depilar.