Serendipias 1. Tirando piedras a la luna

Serendipias, conincidencias o casualidades con causa y efecto.

Efecto Malkovich en concreto.

Being malkovich o la puerta a un cuarderno de motas de amor y soledades binarias. Ticket de entrada de recorridos turísticos por la cabeza de Tristan Tzara que a su vez no es Tristán Tzara sino un melange de ojos verdes que es Tristán Tzara al que no termino de descifrar, pues es de su estilo confundir con faltas de ortografia y discordancia de géneros entre otras artimañas dadaistas.

Hay que añadir que es una puerta de viajes cortos y que apenas dan para desencriptar los impulsos eléctricos transformados en 0 y 1 que producen sus neuronas, y que justo en el momento en que empiezo a encontrarme cómoda "being" (siendo o estando), me veo de nuevo con el pelo enmarañado y los labios cortados por el frio en la cuneta de al autopista que te lleva directo al middle of nowhere. Regresando del viaje confundida, sin volver a entender nada, pero con algo de su esencia y sus ojos verdes y con cosquillas en el estómago, probablemente provocadas por el mas pequeño de los dioses que habita en este pais, o quizás por los habilidosos dedos de un titiritero incomprendido que campa a sus anchas por las laderas del ordenador aporreando teclas con las que transformar sus sentimientos en palabras que producen todo este hormigueo en mi órgano mas frágil.

Y como Cámeron, descuido a mi chimpancés traumado y ya solo quiero volver y volver y volver e incluso enamorarme de esa chica del norte de europa y besarte y hacerte el amor, discutir de cosas sin sentido, arreglar el mundo para desmoronarlo al cabo de un momento con otra teoría aun mas rebuscada, comprobando la suavidad de tu piel, flotando alrededor de felicidades etílicas adornadas de notas de blues, quitarte esos mismos pantalones, secarlos al lado del radiador mientras sigo humedeciendo tus labios, cantarte Rosa de Lima a duo con Sabina y ampliar esta lista hasta que se acaben las hojas del word.....
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