De la isla Identidad salen muchos barcos y vuelve un solo bote. Remos no existen; apenas mis brazos como recurso o mis sentidos para moverlo. Nada es gratis, pero hay precios que vale más pagarlos que otros. Y el precio de la vida es la vida misma. O vivirla, que ya es bastante. porque en ella está todo, incluso, lo que viene. Y está el recuerdo, el doble de lo que (ya) no es, la vida y su espejo.
1 comentario:
Ale, tu blog es una belleza que nos
atrapa con las imágenes tan veraces
de tormenta y mares revueltos, que
te voy a decir de las letras que
escribes sino felicitarte po ello.
Gracias te espero por mi casa.
Un beso
Ángel-Isidro.
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/
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