Por algunas campanadas no me dan las doce (del medio día), y aunque casi pierdo los pies, regresé con mis dos zapatos,peeero sin mi Iphone personal, móvil del trabajo, llaves de la casa, de la ofi, del coche y de la moto, documentación referente a mi persona y mi capacidad de circular mecánicamente , gafas de sol, pinturitas nuevas y otras chuches. Ruego a todos los príncipes azules, morados o violetas jueguen a vivir del cuento por un día y se entretengan en encajar llaves en cerraduras hasta el ábrete sésamo de mi corazón y la alegría que esa noche me robaron unos cuarenta ladrones convirtiendo mi coche en triste calabaza. Príncipe o cerrajero me vale.
Recompenso amablemente
3 comentarios:
¿Te han robado?
:(
Besicos,
sip :(
¡¡Putada!!
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