Pero aún así merece la pena seguir caminando. Especialmente por un camino así, de arena húmeda, olas que casi llegando se vuelven a marchar, la falda bailando con la brisa sin perder su sitio, ese Sol que muere y que volverá a nacer, ese espacio entre nuestro lado más íntimo y la civilización...
Ese camino está porque la suerte existe, y en tus manos tomarlo o no.
6 comentarios:
caminar por la orilla conlleva el riesgo de que se borren las huellas... pero mientras están son únicas.
tengo ganas de verte.
Querida an, me has dejado loca con tu observación metafórica...Como siempre, el dardo en la palabra.
"tengo ganas de verte" yo también
C'est la vie, bonita.
Pero aún así merece la pena seguir caminando. Especialmente por un camino así, de arena húmeda, olas que casi llegando se vuelven a marchar, la falda bailando con la brisa sin perder su sitio, ese Sol que muere y que volverá a nacer, ese espacio entre nuestro lado más íntimo y la civilización...
Ese camino está porque la suerte existe, y en tus manos tomarlo o no.
Disfruta del paseo!
Besos.
Gracias monique, precioso comentario. Tenemos algo pendiente.¿sabes? ayer hablé de ti
La suerte no existe, el libre albedrio sí.
un beso
Buena suerte si; albedrío que espere o pida permiso.
Saludos
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