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CastpostSpeeding Motorcycle ft. Yo la tengo. Daniel Johnston
Yo siempre he ido en Vespa. Desde los quince años hasta la edad que tengo hoy (que no la pienso decir). Antes era demasiado chica para ir en Vespa y ahora un poco mayor, pero sigo yendo en Vespa.
Mi madre también iba en Vespa de joven y supongo que algo de carga genética tiene mi afición a las Vespas. Las he tenido de los tres colores básicos, la primera blanca que pasó a manos de mi hermana Marta cuando me fui a vivir a los Estates, todavía vive y anda. Ayer sin más íbamos por la Alameda Marta y yo con nuestras respectivas Vespas haciendo viacrucis tipo verano azul pero en versión motorizada. Después de la blanca, dos rojas y una negra. No son muchas Vespas para los años que llevo en Vespa. Son muy duras las Vespas. Soy fiel a la Vespa y la Vespa es fiel a mi, aunque tenemos un acuerdo de cierta libertad la una para la otra. Ella, algunas veces me deja tirada y yo algunos viernes la dejo abandonada en el último bar que considero que ya no la necesito o que no estoy en condiciones de conducirla, hasta el lunes que voy a buscarla, pues la uso para trabajar. No roban las Vespas. Sobre todo no roban las Vespas viejas como la mía. Mi Vespa actual la compré de segunda mano, siempre he defendido las Vespas con marchas, el clonnk clonk de cambiarlas... Mi Vespa tiene un gran parabrisas que me protege del frio y la lluvia, tipo cartero. Al principio dudé en ponerlo, soy de las que la estética me puede. Ahora no concibo como no vienen de serie. En serio.
Bueno, pues después de toda esta perorata y pequeño homenaje a mi Vespa, tengo que deciros que HOY precisamente hoy, HE MALDECIDO A MI VESPA VIEJA, al puto clonk clonk de las marchas y al maldito cable del embrague que se me ha ido a tomar por culo a cinco minutos de llegar al notario y vestida para la ocasión de ir al notario. Una putada. En el semáforo donde me dejó tirada, otros chicos con Vespas nuevas, automáticas y con cofres para guardar la chaqueta y el casco que con el calor no sabía donde meterlos mientras empujaba la moto hacia el arcén para dejarla tirada por supuesto, me miraban con cara de "pobre romántica de Vespa antigua". Creo que ya va siendo hora de que me aburguese un poco y me compre una de esas.
Aysss