Mercedes Aguilar


Esto no es un blog, es una mujer
Autora. Mercedes Aguilar

sábado, 29 de diciembre de 2007

pie (L)




Estaban tan pegados que no pude distinguir si fue el pie o la piel quien preguntaba:

-¿y la L? ¿Que hacemos con la L?

Y fue el corazón que no entiende de idiomas el que dijo conciliador: ¿La L ...?, La L, to make Love

(que listo el corazón, siempre barriendo para casa).




( para Marta hermana y Marquitos que ya viene en camino como el 2008)

martes, 11 de diciembre de 2007

Surjete doble (Supreme being)




¿Pues no que he querido acceder a mi panel de control y casi que no me acordaba de la contraseña? Eso me pasa por ser tan intensa, y es que desde el último post, allá por el 25 de Noviembre (parece que fue ayer) casi que no abro el ordenador. (Entiendase el ordenador por esta página que no es un blog y si una mujer que ordena, manda y desencripta la electricidad que producen mis neuronas, luego la transforma en 0 y 1, y la envía otra vez a una red eléctrica, que llegara hasta tu ordenador , que transformará la electricidad en 0 y otros, para convertirlo en las mismas palabras que yo he querido escribir, lo leerás y se trasnformará en tus neuronas en otro corriente eléctrico, que seguro provocara sensaciones diferentes a las que intentaba crear pero mientras no sean muy contrarias, habrán llegado a cumplir su misión). Pues bien, la razón de tanta desidia bloguera, no ha sido otra que la de haberme sumergido en otras labores no tan neuronales ni electrónicas pero no por ello menos terapéuticas. (Siempre consideré este blog como una terapia). Y digo bien labores, pues tejer chalequitos de punto para bebés , se puede considerar una de las actividades reinas de la ocupación de "MIS LABORES" que aunque desgraciada o afortunadamente no me dedique full time a esta digna profesión, tengo que reconocer que en estos últimos días, el 75% de mi tiempo libre lo he dedicado a eso . A Tejer.

Mi hija, cuando un día llegó del colegio y me vio con las agujas en la mano, con una sonrisa que no le cabía en la boca me dice casi en un grito: ¡Mamá estas haciendo punto como una madre normal!. y me soltó un beso que casi me deja sin cara. Y es que mi hija, y todas las hijas del mundo supongo, quieren que su madre sea madre; una madre normal, de esas antiguas que están en casa todo el rato y tejen y van en bata y se ponen rulos y no tienen un blog, ni van en moto, ni hacen top less y la música electrónica y el mínimal les parece un infierno . Me quedé pensando todo esto y al cabo del rato, le llamé y le dije: Mira Mer, yo no soy una madre normal, y no porque me guste bailar y vaya a discotecas y eso, sino porque entre otras cosas, a ver que madre de tus amigas sabe hacer estas linduras, y le enseñé ese merenguito rosa lleno de ochitos que sujetaba entre mis manos. Y es que yo creo que esto del punto se va a perder. En casa somos cuatro hermanas, y la única que sabe hacer punto soy yo. Esto de mi generación, porque de generaciones posteriores, eso de las agujas les suena a chino o a acupuntura y conozco incluso a algunas (y no quiero señalar) que se cogen los bajos de los pantalones con grapas.

Dos sobrinos nuevos vienen en camino y me apeteció recuperar el punto. El punto de coger de nuevo las agujas y hacer punto; Y aquí me veo con mis intensidades y mis premuras; Un punto del derecho, otro del revés, un punto del derecho otro del revés, surjete doble,un punto del derecho y otro del revés, orillos, ochitos, mangas, ojales, ovillos, cadenetas.....entrando en un bucle interminable del que no puedo salir, que me quita las horas del sueño e incluso descuido las cenas de los niños. Creo que me faltan dos días para que mi hija me esconda las agujas y en su lugar como por arte de magia, aparezcan Flyers con copas gratis para la Emporio.